Ya
No sé cómo exactamente las cosas pueden haber cambiado tanto en un par de días.
Quizás debería haber levantado la vista antes, atreverme un poco más.
Debería haber despertado un poco antes de este letargo,
y dedicarme a que la lejanía me diera la excusa perfecta, pa mirarte, sin vergüenza.
De repente, esto no tiene nombre; sí un principio, freak, pero principio al fin.
No sé de dónde saqué coraje y te llamé a bailar.
Tampoco se me ocurre otra justificación más que alcohol
para tenerte a centímetros de mi nariz y que no muriera en el intento.
Bueno, eres tú y no fue tan difícil.
Si ahora nos jodemos, será juntos.
Pero ¿te digo algo?
No creo que eso pase.
No creo nada y creo todo, y puta que es lindo eso.
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